WhatsApp prepara el uso de dos cuentas en el mismo móvil, un respiro para separar trabajo y vida personal

Durante años, mucha gente ha llevado dos móviles encima solo por culpa de WhatsApp. Uno para el trabajo, otro para la vida personal, ambos sonando a la vez en la mesa del salón. Ahora esa escena empieza a tener fecha de caducidad: la app está probando la opción de usar dos cuentas en el mismo iPhone, sin trucos raros, sin apps extra y sin necesidad de duplicar dispositivos. Es un cambio pequeño en apariencia, pero muy grande para cualquiera que viva pegado al móvil.

Dos cuentas en el mismo móvil, por fin con algo de sentido

La idea es sencilla: un mismo iPhone, dos números de WhatsApp conviviendo dentro de la app. Cada cuenta con sus chats, sus ajustes y su forma de funcionar, pero todo bajo el mismo icono verde. Hasta ahora, quien necesitaba separar trabajo y ocio se veía obligado a tirar de WhatsApp Business, a usar móviles antiguos o a inventarse soluciones que nunca terminaban de ir finas.

Con la función multicuenta, el planteamiento cambia. En lugar de abrir otra app o de andar entrando y saliendo de perfiles, el usuario puede cambiar de una cuenta a otra desde un menú dentro de la propia configuración. No hace falta reiniciar nada ni tocar ajustes avanzados: el cambio de contexto se hace en segundos, como cuando cambias de perfil en una plataforma de vídeo.

Un sistema pensado para no mezclarlo todo

Detrás de esta novedad hay una idea clara: ordenar el caos. Cada cuenta mantiene su propio listado de conversaciones, sus grupos, su foto de perfil y su configuración de privacidad. La cuenta del trabajo puede tener sus copias de seguridad y su forma de mostrar notificaciones, mientras que la cuenta personal sigue su camino sin mezclarse.

Esto se nota especialmente en el día a día. Un mensaje de tu jefe no aparece camuflado entre los memes del grupo de amigos, y al revés. Al cambiar de cuenta, cambian también los chats anclados, el fondo de pantalla y la sensación de “contexto”. Es como pasar mentalmente de la oficina al sofá, pero con un par de toques en la pantalla.

Notificaciones que ayudan a no equivocarse

Otro punto importante es cómo se gestionan las notificaciones. No basta con duplicar cuentas; hay que dejar muy claro a cuál pertenece cada aviso. En lugar de una lluvia de mensajes indistinguibles, el sistema muestra qué cuenta es la que recibe el mensaje, de forma que el usuario sepa en todo momento desde qué “lado” está contestando.

Ese detalle es clave para evitar errores incómodos, como responder algo del trabajo en un grupo personal o mandar un audio relajado donde no toca. Con la multicuenta bien resuelta, el móvil deja de ser un único saco de mensajes y pasa a comportarse como dos espacios separados que comparten pantalla, pero no se pisan.

Menos móviles, menos apaños, más flexibilidad

La llegada de esta función encaja muy bien con la forma en la que trabajamos ahora. Mucha gente tiene línea de empresa, combina teletrabajo con oficina y necesita estar localizable sin tener la mesa llena de dispositivos. Poder concentrar todo en un solo iPhone, con dos cuentas de WhatsApp bien separadas, simplifica mucho las cosas.

También es una buena noticia para autónomos y pequeños negocios que hasta ahora usaban WhatsApp Business como parche. La opción de tener una cuenta de trabajo y otra personal en la app principal resulta más natural, más fácil de explicar y más cómoda de usar. Menos números que recordar, menos baterías que cargar y menos lío a la hora de organizar notificaciones.

Un paso lógico para la app que lo concentra todo

WhatsApp se ha convertido en el canal por donde pasa casi todo: conversaciones con la familia, avisos del colegio, mensajes del trabajo, grupos de vecinos, citas médicas y cualquier cosa que alguien prefiera enviar por chat antes que por correo. Que cada móvil solo pudiera tener una cuenta activa llevaba tiempo siendo una limitación extraña.

Con la multicuenta, la app se adapta un poco mejor a esa realidad en la que una persona puede tener varias identidades digitales sin dejar de ser la misma. No es una función que llame tanto la atención como los estados o las videollamadas, pero sí una de esas novedades que, una vez las tienes, cuesta imaginar cómo te apañabas antes. Esperemos que llegue definitivamente lo más pronto posible.

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